Mujeres santafesinas piden al Senado que vote la ley de paridad

Mujeres de distintas organizaciones sociales, políticas y sindicales de Santa Fe reclamaron este jueves la sanción de la ley de paridad en la Legislatura provincial, cuyas cámaras no sesionaron por falta de quórum.
El colectivo “Mujeres por la Paridad” realizó esta mañana una conferencia de prensa en las escalinatas del Parlamento santafesino, donde dio lectura a los principales argumentos que esgrimen para pedir al Senado que acelere el tratamiento del proyecto que ya tiene media sanción de Diputados.
El texto propone la paridad de género en los cuerpos colegiados (Legislatura, Concejos Municipales, Comisiones Comunales), precisamente al cumplirse 25 años de la ley de cupo que estableció el piso del 30% de mujeres en dichos cargos.
Las mujeres elaboraron un documento que fue entregado a los senadores y a la senadora santafesinxs, en el que se manifiesta que esta normativa “es la única manera de acceder a los espacios de decisión teniendo en cuenta que en nuestra historia todas las leyes desde el voto, la patria potestad a la ley de cupo, fueron espacios ganados a través de la legislación”.
“Esta es una oportunidad histórica de poner a Santa Fe entre las primeras provincias de nuestro país que hacen efectiva la igualdad a través de esta Ley, y la decisión hoy la tienen los senadores y la senadora”, advierte.
En ese sentido, se señala que “cuando no hay igualdad, la meritocracia es un falso valor: sin igualdad de oportunidades, la idoneidad requerida por la Constitución Nacional se vuele abstracta, y esa abstracción favorece a los varones y perjudica a las mujeres, porque la exigencia de las condiciones está puesta sólo sobre las mujeres”.
“Tengamos en cuenta también que la composición social debe ser reflejada en los órganos colegiados: las mujeres somos el 50% de la ciudadanía y ello no encuentra eco en la posibilidad de participar políticamente”.
Para Mujeres por la Paridad, “la celebrada Ley de Cupo, que planteaba un piso mínimo de participación, 25 años después se transformó en un techo, lo que deja a las claras las dificultades de las mujeres para acceder a los cargos públicos”.
Además, considera que “las mujeres nos vemos sometidas a los designios partidarios patriarcales, operando ficticiamente para la oficialización de la lista. Por eso la paridad de género implica un cambio cultural y político cualitativo que mejoraría notablemente la democracia”.
“Sin las mujeres no hay democracia”, finaliza el texto.

 

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