Código Civil: la Iglesia pidió “serenidad”

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, incluyó en su mensaje pascual el debate sobre la reforma del Código Civil de la Nación, que implicará cambios sustanciales en la vida cotidiana de muchos argentinos en caso de ser tratada y aprobada por el Congreso.
Arancedo hizo especial hincapié en la postura de la Iglesia con relación a algunos temas urticantes para la comunidad católica como la agilización de los trámites de divorcio, la inseminación artificial y el alquiler de vientres, cuestiones que están incorporadas en el anteproyecto presentado hace un par de semanas por el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti; y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“No se puede banalizar ni a la familia, ni al matrimonio”, dijo el arzobispo santafesino durante la lectura del mensaje de Pascua.
Específicamente, el prelado pidió que la reforma tenga en cuenta “el reconocimiento del comienzo de la vida desde la concepción, la familia fundada por un hombre y una mujer y los derechos del niño”.
“Yo puse la atención en la reforma del Código Civil porque es el marco básico que regula la vida del hombre y sus relaciones en la sociedad. Creo que no puede haber urgencia esta reforma”, advirtió.
Según Arancedo, “hay muchos temas que no tienen un acuerdo social en todo el país”.
“Yo puntualicé tres áreas: la vida, la familia y el derecho de los niños a su identidad. Creo que estos temas requieren una profunda reflexión”, señaló.
“No se puede banalizar ni a la familia, ni al matrimonio. Por querer buscarle una salida a exprés a todo, se debilita el matrimonio”, puntualizó.
Para el titular de la Iglesia Argentina, “el código Civil es un marco modélico para la sociedad. Y no nos olvidemos de los derechos del niño. En muchos países hay chicos que nacen y no tiene derecho a saber cuál es el padre y la madre. Son chicos que fueron encargados por otras personas”.
Arancedo añadió que ya le hicieron llegar la postura de la Iglesia a los legisladores, con quienes prometió conversar.
“Nosotros no somos legisladores. Creo que esta reforma a deja de lado muchas cosas y banaliza otras. La palabra exprés da mucho miedo”, acotó el arzobispo (N de R: la palabra exprés no está incorporada en el anteproyecto, sino que de esa forma la plantearon en los medios al referirse a la agilización del trámite de divorcio)
LOS PUNTOS MÁS URTICANTES
DIVORCIO: El nuevo Código Civil plantea que no habrá que invocar causas para pedir el divorcio y que alcanzará con la voluntad de uno de los cónyuges para disolver el matrimonio (De allí que se lo grafique como “divorcio exprés”).
INSEMINACIÓN ARTIFICIAL: Están admitidos los procedimientos de inseminación y fertilización (la Iglesia cuestiona que no pueda estar garantizado el derecho a la identidad de los niños).
ALQUILER DE VIENTRES: O gestación sustitutiva, está permitida con control judicial y define que el embrión se convierte en persona al ser implantado en la madre (el planteo de la Iglesia va a contramano de este punto, porque plantea la existencia de la persona desde el momento de la concepción)

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