Caso Taringa: ¿podría ser legal la descarga de contenidos de internet?

En las últimas horas se conoció que los dueños de Taringa, uno de los sitios de Internet más populares para la descarga de música y películas, irán a juicio oral y público por violación de la ley de propiedad intelectual, y sería la primera vez que en Argentina se realice un debate de estas características por estos “delitos”.
La causa judicial en la que están envueltos los titulares de dicha web es, en principio, por haber “facilitado” la descarga de 29 obras jurídicas y 12 libros de computación.
A Taringa les cabe las generales de la ley, en este caso, la de propiedad intelectual (Nº 11.723), que en su artículo 72 Bis castiga con penas de 1 mes a 6 años de prisión a quien “facilite la reproducción” de material protegido por los derechos de autor.
El tema es que “bajar contenidos de Internet” hoy es una práctica común para la población mundial, y en el caso de nuestro país, estaríamos a las puertas de un debate en el Congreso Nacional que la despenalice.
¿DEJAR DE SER PIRATA?
Existe un proyecto de ley de Proyecto Sur que podría debatirse en la Cámara de Diputados de la Nación, que modificaría la ley de Propiedad Intelectual, proponiendo el “libre acceso a la cultura en el espacio público de Internet”.
Este lunes, especialistas y productores de la cultura libre se reunieron en el anexo de la Cámara Baja para discutir la iniciativa, cuyo debate se podría acelerar por el caso Taringa.
Al encuentro habían sido convocados Beatriz Busaniche (secretaria de la Fundación Vía Libre y titular de cátedra del Seminario Copyright/Copyleft de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA), Valentina Delich (Directora Académica de la Maestría en Propiedad Intelectual en FLACSO-Argentina) y Martín Becerra (profesor de la Universidad Nacional de Quilmes e investigador del CONICET), además de legisladores nacionales, entre ellos, el autor del proyecto, Julio Raffo (Proyecto Sur – Ciudad Autónoma de Buenos Aires).
El texto prevé que “no será acto ilícito el bajar de la red material cultural para su uso individual con la finalidad de instruirse, educarse, informarse, entretenerse, o emocionarse, y tampoco será punible el facilitar este acceso cuando se ofrezca gratuitamente”.
El objetivo es intentar “armonizar” dos derechos que hasta ahora entran en cortocircuito: el derecho del autor de las obras y el derecho de acceder a los bienes culturales.
TARINGA, EL CASO TESTIGO
El sitio argentino Taringa tiene alrededor de 70 millones de usuarios en todo el mundo, y sus dueños son los hermanos Hernán y Matías Botbol, y Alberto Nakayama, que desde hace seis meses son investigados en una causa judicial sobre violación de la ley de propiedad intelectual.
Al confirmar los procesamientos de los tres jóvenes, la Cámara del Crimen argumentó que los imputados “permitían que se publiciten obras que finalmente eran reproducidas sin consentimiento de sus titulares”.
Sin embargo, los dueños de Taringa aclararon que los intercambios de archivos los realizan los usuarios, por lo que ellos sólo ponían a disposición el soporte (la web).
De todas maneras, la Cámara entendió que al menos son “responsables como partícipes necesarios de la maniobra, y además, claros conocedores de la ilicitud”.

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