Un pueblo en Córdoba quiere regular los agrotóxicos

El 30 de Junio, el Concejo Deliberante del Municipio de Monte Maíz (una ciudad del sureste de la provincia de Córdoba, en el Departamento Unión) comenzará a votar una Ordenanza municipal que pretende: prohibir la circulación de mosquitos de fumigación en el interior del pueblo, prohibir la existencia de depósitos de agrotóxicos en el interior del pueblo (actualmente existen 22),

determinar el traslado, en un plazo perentorio, de las plantas de acopio de granos existentes en el centro del poblado, alejar las fumigaciones de los alrededores de la zona habitada creando una zona de resguardo ambiental en la periferia de la población.

Desde el mes de abril, en sesiones semanales y abiertas a todo los vecinos, el Concejo Deliberante de esa ciudad analizó este proyecto discutiendo artículo por artículo, en un proceso transparente y participativo.

Los productores, acompañados con los agrónomos de este modelo transgénico a tóxico y el Secretario de Agricultura de la Provincia de Córdoba, defendieron sus intereses económicos ante los vecinos, rechazando la determinación de zonas periféricas de resguardo ambiental donde no se pueda fumigar. Los vecinos defendieron su derecho a vivir en un ambiente sano y fueron  acompañados por los médicos locales que incluso presentaron los nuevos casos de enfermos generados en los últimos 4 meses del año.

Esta discusión viene atravesando a Monte Maíz desde hace muchos años, ya en el año 2005 el Director del Hospital Local, Dr. Hugo Betiol, denunció la emergencia de un elevado número de enfermos de cáncer, lupus y niños con malformaciones; situación que dio nacimiento a la Red de Prevención de Monte Maíz, una organización de vecinos preocupados por la salud y el ambiente de la región.

Posteriormente en el año 2007 las maestras del pueblo, junto a la Red de Prevención de Monte Maíz, llevaron adelante un censo de salud en todas las viviendas, pero sus resultados nunca fueron terminados por supuestas amenazas a los médicos que debían interpretar los resultados.

Recién en el año 2014, y con la decisiva participación del Intendente Dr. Luis Trotte, un equipo de la Universidad Nacional de Córdoba coordinado por miembros de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, llevaron adelante un minucioso estudio de la salud colectiva y el ambiente de la localidad.

Los resultados muestran excesiva prevalencias de cáncer, malformaciones, abortos espontáneos, lupus, artritis reumatoide, asma e hipotiroidismo.

Paralelamente a los datos de salud se pudo corroborar que el pueblo se comporta como el “centro operacional de fumigación” de una área de 60.000 hectáreas donde se utilizan 975.000 litros/kilos de agrotóxicos (600.000 l/k de glifosato) que entran y salen del pueblo por año; que el suelo del interior del pueblo contiene más agrotóxicos que los propios suelos de los campos cultivados; que la cascarilla de maíz y soja que sale de los acopios contiene glifosato y clorpirifós en todas las muestras estudiadas y que no se detectan otras fuentes de contaminación que pudieran estar vinculadas a las enfermedades encontradas (ni arsénico en el agua, ni fuentes de radiación electromagnética).

Ahora los Concejales tienen que decidir si defienden la salud o al agronegocio. Y la votación no es fácil, muchos de ellos son dueños de campos, agrónomos transgénicos o están vinculados comercialmente a agronegocio. Además de la cooperativa local, Aceitera Gral Deheza (AGD) tiene el complejo de acopios de granos más grande y tóxico del pueblo y su poder económico y político se hace sentir en presiones constantes sobre los vecinos y sus concejales.

La Red de Prevención de Monte Maíz llama a que: Defendamos la salud, es nuestra mayor riqueza. Es indispensable  que se conozca, que se sepa, que en Monte Maíz hoy se discute entre la vida y el agronegocio.

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