Para el Proyecto Lázaro todo el año es el Día del Animal
Es en la Escuela de Educación Técnica 647, la que está ahí donde calle Urquiza comienza su recorrido, donde se vuelve a caminar y donde se encuentra un camino.
Es en la escuela 647 donde un puñado de pibes trabaja fuera del horario escolar para que un animalito, el animalito de alguien, recupere la movilidad perdida en circunstancias a veces accidentales y a veces no tanto.
Y estos pibes hacen una tarea desinteresada fabricando esos carritos de arrastre que hacen las veces de silla de ruedas para animalitos que no cuentan con su parte trasera para andar. Lo hacen porque otros necesitan de ese trabajo, lo hacen porque disfrutan de ver la sonrisa de cada humano mascotero cuando ve a su amigo canino o felino andar sin arrastrarse, y lo hacen porque eso que hacen los llena de orgullo.
Fue hace unos años, allá por el 2010, 2011 cuando comenzó esta aventura llamada “Proyecto Lázaro” que ya fue declarada de Interés Municipal y de Interés Provincial por el Concejo y la Cámara de Diputados. Una aventura que nace de una profunda vocación de servicio y de una intensa búsqueda de finales felices.
“Cada año rescato un perro y lo doy en adopción, siento que es imposible dejar mirar”. Las palabras pertenecen a Rosana Colodio, directora de la escuela y mentora del Proyecto. Dice también que para ella proteger, cuidar a un animal débil es educar, es enseñar con el ejemplo. Así se lo enseño su abuelo, un inmigrante de Liverpool que vino este país para construir los subtes porteños. “Quien recoge un animal tiene que acompañarlo hasta la muerte”, cuenta que le decía este anciano inglés.
Educar con la cabeza, educar con el corazón
El Proyecto Lázaro es integral porque allí trabajan estudiantes de todos los años, docentes y hasta los perritos que se agregaron a la comunidad escolar y hacen de “modelos” para los carros:Diana y Guasón.
Todo comenzó cuando en 2010 llegaron unas computadoras para los chicos y por cosas de la causalidad se contactaron con Osvaldo Vignau, un proteccionista chaqueño que albergaba a más de 4000 perros. Este hombre, pedía ayuda en las redes sociales porque cuatro de los perros no podían caminar y los carros eran muy costosos. En la escuela decidieron ensayar una ayuda, primero diseñando un modelo con caños de agua, con hierro, probándoselos a Diana y Guasón.
Y así arrancó esta idea que ya ayudó a más de 400 animales, que los llevó a viajar presentándose en encuentros de alumnos con proyectos solidarios, a competir con chicos de todo el país, de escuelas públicas y privadas. “El servicio es una manera de salir de la tristeza” dice Rosana y nos habla del orgullo que sienten estos pibes cuando sienten que dan algo. Y nos cuenta que hace poco tiempo se encontró con un ex alumno, uno de los pioneros del proyecto, que ya tiene su familia, su comercio y le dijo que Lázaro le salvó la vida, que él hasta comenzar con este desafío era drogadicto, que no encontraba mucho sentido a nada, pero que el proyecto lo sacó adelante. Lo ayudó a caminar y mirar hacia adelante.
Porque la realidad de los pibes de la 647 no es fácil. Ni su presente ni su futuro. Son adolescentes que piden camisas prestadas para ir a un evento formal, chicos que tienen todos los días unas cuantas ofertas para entrar al mundo de las adicciones, de la delincuencia, de la tristeza.
Pero también son chicos que encontraron en la escuela un lugar en el mundo, donde recibir y donde dar. “Tratamos entre todos –cuenta la directora- que cuando ven a algún compañero en riesgo me avisen y alertamos a las especialistas para que empiecen a llamar. Es una escuela compleja en lo social pero no en disciplina. Es una escuela hogar y ellos se sienten como en la casa,, se sientan, comen y juegan, charlan o toman mate y ahí nos enteramos de todo, de chicas abusadas por los padrastros, de todo”.
La 647 es una escuela donde la directora les dice “mis chicos” a sus alumnos y sueña con que conozcan Tecnópolis, con que estudien, con que sean buenas personas.
Es que la 647 es un lugar donde no sólo los animalitos que salen andando tienen otra oportunidad.
Es un lugar donde se empieza a caminar y se encuentra un camino.
Para ayudar A pedir ayuda al Proyecto Lázaro ha ido desde gente en carro hasta gente en autos de altísima gama. Algunos quieren pagar para obtener algún beneficio en el turno para el diseño y la construcción pero la escuela sólo acepta donaciones. Materiales, libros, muchas cosas se necesitan en la 647. Ellos tienen un Facebook Proyecto Lazaro de la EET N647 donde se puede dar “Me gusta”, enviar mensajes y conocerlos más.
Textos: Araceli Belén Retamoso para Legislarweb