¿Adiós a la tracción a sangre?
El gobernador santafesino elevó a la Legislatura provincial un breve texto que busca fijar una norma que regule la eliminación o limitación, según su caso, del uso de la tracción a sangre animal como modalidad de transporte en toda la provincia.
Lifschitz plantea la necesidad de sancionar una ley provincial ante el peligro vial que supone esa modalidad y por la salud animal. Y entiende a la sanción del proyecto como el comienzo de la erradicación definitiva del uso, en un plazo razonable.
Según el proyecto, el gobernador dice que «debe ponderarse la inseguridad vial que esta práctica representa a todos los miembros de la sociedad, quienes a diario, se ven involucrados en accidentes viales debido a la indiscutible peligrosidad que traen aparejadas estos vehículos a tracción a sangre por no contar con los elementos de seguridad necesarios ni con una estructura estable, sin perjuicio de la suciedad que su circulación conlleva, afectando de esta manera la salud pública».
Lifschitz consigna que «el proyecto entiende a los animales como seres vivos» y «merecedores de cuidados y respeto, amparados en la ley nacional 14.346, sobre malos tratos y actos de crueldad». Además se agrega que » la tracción a sangre significa sufrimiento para los animales y que estén obligados a soportar jornadas excesivas sin descanso, padeciendo enfermedades o patologías crónicas e infectocontagiosas sin control veterinario y constantes maltratos».
Por ello, propone prohibir circular con equinos como medios de transporte en la provincia, exceptuando «las tareas rurales en donde la seguridad de vehículos y peatones no se vea afectada, y siempre que se respeten las condiciones de salubridad animal». A su vez, Lifschitz, invita a los municipios y comunas a adherir a la idea, y fija la creación de un organismo de control que cumpla con la futura ley.
Fuente: La Capital